Ya por los años 50 David Rockefeller comenzó areunir una importante colección de obras de arte y antiguedades gracias a su gran fortuna y su sabiduría puesto que son muchos los que afirman su gran conocimiento de este mercado y su habilidad para invertir en este sector.

Esto fue gracias en parte a su presidencia en el consejos del Museo de Arte Moderno que el daba acceso a las obras más preciadas y que en esos años no tenían la competencia que existe ahora en la actualidad.

Algunas de estas obras fueron por ejemplo Odalisque couchée aux magnolia de Henri Matisse que se vendió por 80,75 millones. Y esto es tan sólo una de ellas ya que la familia al completo fueron unos de los grandes promotores del arte moderno y de los pioneros en entrar en el mercado lo cual les dio una gran ventaja. Ahora parte de esa colección se va a subastar en una importante casa de subastas como es el caso de Pomme, de Pablo Picasso,  La table de musicien de Juan Gris o La Vague de Paul Gauguin, entre otros muchos.

Hasta el momento se especula que tan sólo uno de los lotes del magnate pueda llegar a los 1.000 millones de euros y uno de sus principales responsables fue el nieto de John Rockfeller qe hizo que el valor de todas las piezas se dispararan desde las piezas más exquisitas hasta las más simples dentro de la gran variedad que poseía donde se incluían muebles antigüos de estilo inglés, cerámica, alfombras persas, figuras africanas…

Sin duda, su amor por el arte no tuvo fin y su huella dentro de este mercado será imborrable.

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