Parece increíble que aquel hombre que abría su tienda en París en 1854, en el número de 4 de la rue Neuve-des-Capucines, se convirtiera en el máximo símbolo de lujo en el siglo XXI.
Poco tardaron en descubrir su enfoque visionario en el diseño de piezas y elementos de marroquinería; pero fue de la mano de la Emperatriz Eugenia (mujer de Napoleón III) portando una maleta Luis vuitton, cuando comenzó a adquirir fama a nivel internacional.
Tras haber pasado más de un siglo de la muerte de su creador, esta firma sigue tan vigente como hasta entonces, ha adquirido un gran prestigio mundial, así como también un gran número de imitaciones y falsificaciones que viajan a través del mundo, pero que nunca podrán reemplazar su estilo y sobre todo: su calidad de confección, la que existió desde el primero momento.
¿Su secreto? La calidad de los materiales, los acabos y la exclusividad de todos sus diseños son los han hecho que su éxito llegue al mundo entero. Y es que aunque muchos de sus diseños son los mismo que los de esos años donde predominaba el estilo vintage y los colores neutros, ahora más que nunca son los más valorados por el público.
Prueba de ello es esta maleta Louis Vuitton que se subasta actualmente en Sedart con un acabado en piel y lona Monogram, cierre con creamllera y refuerzos de piel en las esquinas adornado con hebillas de metal dorado.